Alejandro Pastrana Valls
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Pensemos en política
Por Alejandro Pastrana Valls
No hay capacidad cognitiva sin cerebro. La forma y configuración del cerebro estructura lo que pensamos. La idea de que todos los seres son racionales y piensan de la misma manera es un error; en cambio, cada ente tiene un diferente desarrollo cognitivo y habilidad de entender lo que le rodea.La formación de un individuo se sustenta en la repetición (por ejemplo, el habla y el caminar) y en la generación de estructurales mentales de manera consciente e inconsciente (conceptualización de lo qué son los objetos) que conforman el modo en que ven el mundo. Estas estructuras o conceptualizaciones mueven el comportamiento del individuo y son fundamento esencial del proceso de racionalización y; por consiguiente, forman parte las decisiones tomadas. Ante esto, pensamos a partir de estructuras o conceptos mentales elaborados a lo largo de nuestra vida.
George Lakoff en su libro “No pienses en un elefante” –mamífero símbolo del Partido Republicano- publica estudios sobre marcos mentales (“frames” en inglés) y metáforas. El concepto detrás de los marcos mentales es la idea de que toda palabra puede ser vinculada a una imagen o conocimiento; por ejemplo, los elefantes son grises, grandes, mamíferos, con orejas y trompas largas y éste a su vez se asocia con la India o con el entretenimiento, los circos.
En este libro se concluye que los Conservadores (derecha norteamericana) han activado en la población la metáfora del “padre estricto”. Una figura que define reglas de conducta, disciplina, castiga y educa con firmeza para un mundo competitivo, contrarrestando la simpatía que la corriente demócrata ha tenido en el país (opción política de izquierda). Por otro lado, los Demócratas o progresistas (izquierda) tienen un modelo vinculado a la moralidad del “padre protector”, quienes consideran que deben apoyar y comprender a sus hijos, escucharlos y darles confianza y libertad para cooperar con los demás.
A partir de estas investigaciones se concluye que los actores políticos y/o partidos políticos definen los grandes temas políticos a partir de etiquetas. En otras palabras, tanto los partidos opositores como el partido en el gobierno establecen marcas a sus contrincantes para facilitar la conceptualización que se tiene del mismo. Éstas se utilizarán en periodos electorales con el fin de reducir el margen de simpatía dentro del electorado.
El uso de etiquetas y marcos conceptuales (“frames”) ha sido importante para reconocer que cada acción y discurso tanto de los gobernantes como de los políticos – en competiciones electorales- tienen implicaciones en la audiencia de manera inconsciente a partir de la afectación de los valores y sentimientos.
Por ejemplo, la guerra contra el crimen organizado activa el miedo a un terror –difuso, en la mayoría de los casos- y realzando el marco mental del “padre estricto”. Al combatir al crimen organizado –en este caso el miedo- se requiere un jefe, un comandante o en síntesis un “padre estricto”, quien puede combatir y salir victorioso.
Los resultados generados por Lakoff permiten reflexionar sobre las implicaciones de los discursos políticos, las acciones de los políticos y los marcos mentales en la toma de decisiones del electorado.
En este sentido, es importante reconocer que los partidos políticos mexicanos están plenamente relacionados con marcos mentales como –y citando solo algunos ejemplos- desempleo, inseguridad, corrupción, estabilidad económica, inflación, etc. Los políticos tienen claro que cada uno de los partidos políticos están relacionados con etiquetas; sin embargo, poco han hecho para romper ese estigma que los tienen marcados. Desafortunadamente, las etiquetas positivas son prácticamente nulas.
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Last Update: Dec. 9, 2024, 11:21 p.m.