Internet catapultó la relevancia de los datos. La generación, recopilación y análisis de datos influyen en el rendimiento de las industrias y economías mundiales. Las interacciones sociales, el comportamiento de las personas y la hiperconectividad alteran la forma en que los seres humanos viven su día a día.

La información, generada a partir de los datos -Big Data-, y la economía colaborativa han aportado grandes beneficios a las economías mundiales al reducir los costes de transacción, ampliar las áreas de distribución y hacer un uso eficiente de la energía y los recursos. 

Las economías colaborativas son transacciones a corto plazo entre iguales en las que se comparte el uso de activos y servicios que facilitan su trabajo y colaboración. La economía colaborativa utiliza las tecnologías de la información y la comunicación, principalmente plataformas - apps - donde se conectan compradores y vendedores. Por ejemplo, los préstamos entre iguales, la financiación colectiva, el alquiler de apartamentos u oficinas, la reventa y el comercio, el intercambio de talento y de conocimientos.

Los beneficios de esta economía no sólo se encuentran en el ámbito de la reducción de costes, sino también en los beneficios económicos de maximizar el valor añadido de los agentes sociales de una comunidad cada vez más conectada; sin embargo, la seguridad de la información y las salvaguardas regulatorias se han convertido en componentes críticos de los modelos de negocio apoyados por la economía colaborativa. A pesar de ello, la tecnología blockchain es un componente ideal para solventar estas carencias.

La tecnología Blockchain es un término de tecnología de la información y es, en esencia y en una revisión simplista, la capacidad de compartir datos almacenados -que son infalsificables, rastreables y accesibles- entre una red de usuarios. Basándose en estas características, esta tecnología establece una sólida base de confianza y cooperación fiable entre personas o empresas, con amplias perspectivas de aplicación y crecimiento en los próximos años. En consecuencia, para asegurar el progreso de la economía colaborativa, es necesario combinar eficazmente la tecnología blockchain, el procesamiento y análisis de Big-Data y las economías colaborativas, es decir, aquellas que fomentan el trabajo en red entre personas y/o empresas. De tal manera que, a través de la innovación, el trabajo en red y los datos, se mejoren las capacidades de las empresas y se contribuya al sano desarrollo de las economías mundiales.