Democracia: Oclocracia y Kakistocracia
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ColumnDemocracia: Oclocracia y Kakistocracia
Por Alejandro Pastrana Valls
La democracia, aclamada y resaltada tanto por gobernantes como por ciudadanos, es el sistema político que más apoyo ha tenido en los últimos años. La literatura científica en este tema centra el debate en las características y los actores que participan en ella.
Hay distintas formas de democracia; por ejemplo: representativa, directa y deliberativa. La democracia representativase establece cuando los ciudadanos, el pueblo, designan representantes para desempeñarse como administradores de los bienes públicos y, además, resuelven problemas públicos. Por su parte, la democracia directa o, también conceptualizada como democracia pura, se presenta en la asamblea de todos los ciudadanos; sin embargo esta sólo es viable en sociedades pequeñas. Por último, la democracia deliberativa reúne características de las dos anteriores, incorporando a la opinión pública. La cual facilita la interacción -deliberación- entre los representantes y representados (Habermas, Elster, Rawls).
La evolución del sistema político democrático ha incorporado el papel que deben desempeñar los actores (gobierno-sociedad) a través del tiempo. El contrato social (Hobbes, Locke, Rousseau, Kant; neocontractualismo: Rawls, Habermas, entre otros) que se establece para garantizar la convivencia armónica de los miembros de la nación no está definido en un tiempo determinado (finito), en cambio es un proceso que evoluciona a través del tiempo (proceso estocástico).El perfeccionamiento del contrato social está definido por el consenso públicoentre todas las partes, evitando la tiranía de la mayoría, los intereses de la minoría o el conflicto entre poderes – económico, político y social.
La deliberación política se convierte en un tema público; por lo tanto, el sometimiento de las ideas y de las posibles soluciones queda en escrutinio de los medios. Ello estimula el desarrollo de políticas públicas transparentes, dejando a un lado los vicios de las negociaciones “bajo la mesa”, “tras bambalinas” o en “lo oscurito”. Este intercambio construye cualidades democráticas entre los ciudadanos y los gobernantes.
La mayor parte de los mexicanos consideran la democracia como la mejor forma de gobierno (aproximadamente 79% de los entrevistados en la Encuesta Mundial de Valores, pregunta número e117). Sin embargo, en la actualidad, los sistemas políticos antagónicos son prácticamente nulos. La referencia a regímenes alternativos se centra en la incapacidad política de los representantes; por ejemplo, laoclocracia y la kakistocracia.La oclocracia es el gobierno de la muchedumbre; caracterizada por voluntades “corrompidas” que buscan la perpetuidad en el poder (Rousseau y Mackintosh). En tanto, la kakistocracia, está definida como el gobierno de los peores (Bovero y Luis Adrián Pastrana Valls).
Ante esto, para que la democracia mexicana genere líderes acordes a las necesidades del país, es crucial promover el mérito –meritocracia- como el principal impulsor de los actores políticos, premiando el esfuerzo de todos donde a cada quien corresponda (Young).
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Last Update: Dec. 9, 2024, 11:21 p.m.