Discriminación por Género
Post Date:
ColumnDiscriminación por Género
Por Alejandro Pastrana Valls
Las instituciones sociales, políticas y económicas en un sistema democrático buscan reducir la pobreza de los menos favorecidos, estableciendo oportunidades para impulsar el crecimiento y la recuperación económica. Sin embargo, las instituciones sociales (familia, religión, educación, etc.) al igual que las normas sociales y algunos valores pueden generar barreras entre este segmento de la población y los recursos que necesitan para desarrollarse.
En otras palabras, la discriminación por género, raza, religión, etnicidad o estrato social pueden llevar a la exclusión social y condenar a dicho individuo a la pobreza y minimizar sus oportunidades.En la actualidad, las autoridades federales y estatales han impulsado reformas y políticas públicas que buscan romper con este desequilibrio social, estableciendo incentivos para igualar las oportunidades de género y confrontar la discriminación por estrato social.
La discriminación por género inicia desde la conceptualización de la diferencia entre sexo y género. Sexo hace referencia exclusivamente a las diferencias biológicas entre hombres y mujeres y; por su parte, género describe las funciones, los derechos, las obligaciones y las responsabilidades que la sociedad considera apropiados para las mujeres y los hombres. Siendo este último, un concepto que evoluciona a través del tiempo.
La discriminación por género se da con mayor frecuencia a nivel intrafamiliar y se sustenta en el valor que se le asigna a cada integrante de la misma. Las normas y los valores, aún prevalecientes, impulsan la desigualdad de oportunidades para las mujeres en el terreno económico, legal, político y educativo. En este sentido, las mujeres no tienen la misma facilidad ni recursos para participar en los asuntos de carácter político, económico y social. Esta discriminación impide la igualdad de derechos, responsabilidad y oportunidades. En la actualidad, la discriminación laboral y en el acceso a la educación son las que mayor impacto y repercusión tienen en la sociedad.
El principal problema de la discriminación por género se da en las familias con menos recursos. Aquí las mujeres pobres se enfrentan a una doble desventaja, son pobres y mujeres. Éstas tienen menor acceso a la educación y a servicios de salud, repercutiendo en el capital humano (capacidades que se adquieren con el entrenamiento, la educación y la experiencia) de las próximas generaciones, ya que éstas no tienen los mismos recursos para cuidar, nutrir y educar a sus hijos.Por lo que, las mujeres con educación y autonomía doméstica tienen mayor capacidad de nutrir y proteger a sus hijos.
La mayor parte de los estudios de discriminación por género se centran en la discusión de dicha diferencia en el terreno laboral. Las mujeres tienen menores oportunidades para alcanzar posiciones de poder. Estudios realizados por las Naciones Unidad concluyen que la remuneración económica es mayor en los hombres que en las mujeres. Es importante tomar en cuenta que el trabajo en el hogar no es considerado como una actividad productiva y por consiguiente no es generadora de ingreso para la mujer que lo realiza.
Lograr la equidad de género en la sociedad es un proceso lento, implica una gran transformación social. Los miembros de la sociedad deben comprender lo trascendental de una verdadera equidad, es indispensable un cambio de mentalidad y de enfoque. La correcta conceptualización y la apertura de oportunidades favorecerán un cambio mucho más rápido. Mientras los derechos entre hombres y mujeres sean desiguales más complicado será establecer una sociedad demócrata y participativa, así como la generación de un ambiente de igualdad de oportunidades. Además, entre mayor sea la desigualdad de poder entregéneros más frecuente será la violación de los derechos humanos.
Para la reflexión: Hace algunos años los abuelos describían la suerte de la mujer con el refrán popular: “Mujer que sabe latín, ni tiene marido ni tiene buen fin”.
Nos leemos en mi correo electrónico, alejandro@pastranavalls.com, y nos seguimos en twitter, @Alejandro_PV.
Last Update: Dec. 9, 2024, 11:21 p.m.