El mercado farmacéutico

Por Alejandro Pastrana Valls

El individuo ve privada sus libertades cuando se presentan hambrunas, inasistencia sanitaria, negación de libertades políticas y de derechos humanos. Las personas para poder desarrollarse deben de cubrir sus necesidades básicas (salud y educación, Amartya Sen), ello fomentará mayores ingresos y; por lo tanto, mayor posibilidad de crecimiento dentro de la sociedad. En este sentido, la pobreza es la privación de una de las capacidades básicas. Esta nos limita a desarrollarnos y a buscar mayores oportunidades. La salud juega un papel importante en la expansión de las libertades y oportunidades. Por tanto, las enfermedades limitan las capacidades físicas y mentales de los individuos, mermando la economía e interrumpiendo el progreso. Por ello, el servicio médico y el mercado farmacéutico son fundamentales para el desarrollo económico y social de cualquier país.

Los mexicanos consumen en términos per cápita la menor cantidad de medicamentos en relación al resto de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En nuestro país el 15% del gasto en medicamentos lo realiza el sector público mientras que el restante 85% es del sector privado. En este sentido, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) constituyen el 95% de la seguridad social de México; por lo tanto, sólo 5% de la población cuenta con un aseguramiento privado. Ello implica un sistema de salud determinado por distintas fuentes de gasto en medicamentos: IMSS da atención a los trabajadores del sector privado, ISSSTE a los trabajadores federales, SEDENA atiende a los miembros del ejercito mexicano, PEMEX a sus trabajadores, Instituciones Estatales prestan atención de seguridad social a sus trabajadores, SECRETARIA DE SALUD y SEGURO POPULAR con servicio a población abierta. Más los Seguros Privados.

La demanda de medicamentos se deriva de la necesidad de servicios de salud y se genera a través de la interacción de tres tipos de actores: I) El paciente o consumidor origina esta necesidad al solicitar servicios médicos, II) El médico actúa como agente del paciente porque decide qué medicamentos prescribir, pero no los consume, y el encargado de la dispensación en la farmacia a su vez puede opinar y hasta sustituir el medicamento; y III) El pagador que financia, total o parcialmente la adquisición de las medicinas prescritas dependiendo del contexto de aseguramiento en salud que prevalezca y tenga la obligación de proporsionar esos medicamentos.

Los precios elevados en los medicamentos vendidos al público en general están asociados a los costos que tienen los fabricantes y no al proceso de distribución de los mismos. En comparación al resto de los países de la OCDE, en México los precios del fabricante son 30% mayores y los medicamentos al público en general son 25% más caros. Además, los importes de los medicamentos genéricos y de patente en México van del 51 al 26% más costosos.

El alto nivel de precios registrado en México proviene tanto de costos elevados como de la baja penetración o demanda de genéricos sin marca (los más baratos). Los productos originales con patente vencida en México son 13% más baratos en nuestro vecino pais del norte. En tanto, los genéricos con y sin marcas son el 16% y el 36% más costosos, respectivamente. En Méxco, los genéricos sin marca representan el 16.9% del volumen total de medicamentos sin patente mientras que en los EUA, el 66.5%. La baja penetración de los genéricos sin marca incrementa el precio promedio que pagan los consumidores mexicanos. El costo promedio de los productos sin patente vigente que se pagan acá es 1.8 veces el de EUA.

La OCDE en 2008 concluyó que los precios de los medicamentos genéricos son muy parecidos entre las naciones que la integran. Sin embargo, en el caso de México, los precios de los medicamentos originales son altos. Por lo tanto, esta Organización recomienda el uso de medicamentos genéricos como alternativa de los productos originales con patente vencida para imprimir competencia, bajar los precios y obtener mayor valor del dinero invertido en medicamentos.

El uso de medicamentos genéricos es una alternativa importante para reducir el porcentaje de ingresos destinados al sector salud. Es claro que la población de menor solvencia económica invierte mayor porcentaje de sus ingresos a este rubro, ya que los medicamentos son excesivamente caros. El incrementar el consumo de genéricos será una medida que fortalecerá a la economía del país, incentivando otros rubros de inversión o gasto.

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