Encuestas e Ideología
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ColumnEncuestas e Ideología
Por Alejandro Pastrana Valls
Los tres partidos con mayor presencia nacional, Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Partido de la Revolución Democrática (PRD) se han preocupado mucho de las encuestas y se han ocupado poco en generar mayores simpatías en la población interesada en los asuntos de la vida política nacional. Aunque esta población, los ciudadanos interesados en la contienda electoral, cada vez es menor. Las encuestas son utilizadas para medir las actitudes políticas del electorado. La finalidad es conocer las preferencias políticas de la ciudadanía e identificar patrones de simpatías y características de la población. Es por ello que, los partidos políticos y los políticos han aplicado encuestas para conocer la opinión pública y poder establecer mecanismos para actualizarse en la esfera de la competitividad política. Sin embargo, ¿por qué fallan al estimar resultados electorales? La gran mayoría de las personas no simpatizan con el conjunto completo de propuestas que están dentro de una ideología. En este sentido, el posicionamiento ideológico de la elite no se refleja en la población en general y además la rebelión de los votantes no se manifiesta en cambios ideológicos dentro de los partidos políticos. El votante americano escrito por Angus Campbell, Philip Converse, Warren Miller y Donald Stokes en 1960 es el primer documento que inicia el debate sobre la racionalidad del votante. Zaller (1992) da continuidad a esta investigación y concluye que los votantes responden las encuestas a partir de consideraciones que pasan por la mente justo en ese momento, no hay un proceso de racionalización más allá del que hacen de manera inmediata. Converse (1964) analiza la conceptualización de ideología, llegando a la conclusión de que la disputa entre liberal o conservador (izquierda o derecha) es una abstracción que no es utilizada por el común de la población, ya que ésta no responde a preguntas específicas. En esta lógica, una gran parte del electorado no cuenta con opiniones coherentes al grado tal que cuando son entrevistados responden las preguntas de la encuesta como si estuvieran lanzando una moneda al aire. Sin embargo, algunos políticos tienen estructuradas sus opiniones políticas, el nivel de sofisticación está relacionado con la escolaridad, la cantidad de información y por el grado de participación política. La mayoría de las personas no tienen creencia políticas sólidas, es decir, que no creen en un posicionamiento ideológico único y ello se presenta en las respuestas al azar que se describen a lo largo de las encuestas. En síntesis, la mayoría de los electores no interpreta la política a través de un único lente ideológico. Converse (1960) establece una clasificación de los votantes según su comprensión de los asuntos políticos y la diferenciación ideológica: 1) ideológicos, quienes son relativamente abstractos y tienen un patrón en los temas políticos así como poseen la capacidad de comprender los cambios político a través del tiempo; 2) cerca de los ideológicos, estos mencionan la diferencia entre los posicionamientos ideológicos; sin embargo, no le dan mucho énfasis cuando toman decisiones políticas; 3) grupo de interés, no demuestra una comprensión del espectro ideológico pero han tomado decisiones sobre los grupos que están representados en cada posición ideológica; 4) naturaleza de los tiempos, estos miembros no muestran ninguna comprensión de las diferencias ideológicas y toman sus decisiones dependiendo del contexto actual, la “naturaleza del momento”; 5) sin contenido, aquellos que no tienen noción alguna del posicionamiento político y que no saben lo que el partido político representa, las personas que basan su decisión política en las cualidades personales de los candidatos y no en su posicionamiento en los temas medulares. En términos generales Converse concluye que el elector parece no compartir las creencias políticas de las élites, y que los patrones de voto de la gente no siguen pautas ideológicas, son pocos los votantes ideológicos que tienen una comprensión sólida de los temas nacionales. Por lo tanto, el cambio político puede considerarse como un azar que está vinculado a temas de cualidades de los aspirantes sin algún fondo ideológico. El cambio en las creencias políticas de la población está relacionado con una suerte de azar y no con la modificación de las preferencias políticas. Nos leemos en mi correo electrónico, alejandro@pastranavalls.com, y nos seguimos en twitter, @Alejandro_PV.
Last Update: Dec. 9, 2024, 11:21 p.m.