Entre política y fútbol

Por Alejandro Pastrana Valls

El pasado 15 de diciembre de 2009, el presidente de la República, Felipe Calderón, presentó su propuesta de reforma política. El jefe del ejecutivo señaló que ésta busca mejorar y hacer más eficiente los tres órdenes de gobierno, puntualizando que esto es el siguiente paso en el desarrollo democrático del país. Los diez puntos de la iniciativa son: 1) reelección consecutiva de alcaldes, 2) reelección consecutiva de legisladores federales, 3) reducir de 128 a 96 el número de senadores y de 500 a 400 el número de diputados federales, 4) aumentar a 4% el mínimo de votos necesarios para que un partido conserve su registro, 5) que los ciudadanos tengan facultad de proponer iniciativas de ley, 6) candidaturas independientes para todos los cargos de elección popular, 7) segunda vuelta para la elección de Presidente de la República, 8) que la suprema corte pueda presentar iniciativas de ley, 9) faculta al Ejecutivo de presentar iniciativas preferentes y 10) observaciones del ejecutivo a proyectos de ley aprobados por el Congreso y/o al Presupuesto.

La reforma política impulsará cambios sustanciales en el sistema de partidos. La reelección consecutiva de alcaldes y diputados posibilita una mejora en el mecanismo de rendición de cuentas y además, la experiencia acumulada durante el ejercicio de su encargo. El electorado estará al pendiente del desempeño de su representante, quien tendrá incentivos para trabajar de manera efectiva y eficiente a lo largo de su periodo administrativo ya que podría obtener el triunfo en la siguiente elección.

Las elecciones juegan un papel fundamental, ya que establecen premios y castigos al partido en el gobierno o al actor político. Esto implica la capacidad de sancionar a los funcionarios que incumplen con los proyectos y propuestas de campaña.

En este sentido, la reelección consecutiva cambiará las relaciones de poder dentro de los partidos. La centralización de intereses se reducirá al mínimo dando entrada a un modelo mucho más democrático. Los diputados y alcaldes trabajarán por los intereses de la comunidad y no por las prioridades de la cúpula su partido.

La estructura política (partidos políticos, políticos y electores) se presenta en cualquier ámbito de la vida en sociedad. Por ejemplo en el deporte, las federaciones tienen directivos, cuerpo técnico, jugadores. A partir de esta analogía, ejemplificaré la importancia que tiene la independencia entre los actores para fomentar e impulsar el desarrollo.

En el fútbol mexicano, la Federación Mexicana de Fútbol está encargada de administrar las distintas selecciones nacionales, las cuales están dirigidas por los entrenadores y su cuerpo técnico. En días pasados, la selección mexicana sub17 ganó la Copa del Mundo y, en contraste, la selección sub22 dio la peor exhibición en la historia de las participaciones en la Copa América. Estos dos acontecimientos se pueden explicar por la intervención de los directivos y de los intereses que estos representan.

En este ejemplo, los directivos y el director técnico (líderes de partidos), los jugadores (diputados o presidentes municipales) y la sociedad representada por los aficionados (los electores) forman el colectivo de la vida política, económica y social del país. Es importante considerar que en esta analogía los directores técnicos son solamente instrumentos que establecen las reglas de operación de la sociedad (los jugadores) y siendo los jugadores y la sociedad, quienes en realidad mueven e impulsan la vida nacional.

Por un lado, la selección sub17 tuvo un proceso de formación y desarrollo sin la intervención de los directivos. Los jugadores y el técnico establecieron los mecanismos y las reglas para poder alcanzar el objetivo: ganar la copa (el desarrollo). En contraste, los directivos o federativos intervinieron directamente en el proceso de la sub22, rompiendo con la armonía que se intentaba crear entre cuerpo técnico y jugadores. Los intereses que los directivos representan jugaron un papel determinante para atropellar y desestabilizar el funcionamiento del equipo, llevándolos así al fracaso.

En estos ejemplos se puede concluir que la intervención de los federativos (directivos) es perjudicial para el desarrollo del deporte, ya que tienen poco o nulo conocimiento de la realidad que envuelve la relación entre jugadores (sociedad) y técnico (legislador). En el caso de la sub17, la continuidad del director técnico está asegurada dado el éxito que tuvo. Su reelección será inminente y nadie tiene ningún motivo para deslegitimarla.

En esta lógica, la conceptualización del federalismo fortalece la idea de una nula o limitada intervención del centro, facilitando así el crecimiento y el desarrollo de la localidad. El federalismo llevado a la plenitud es aquel en el que existen un gobierno central y unidades locales. Cada uno de ellos toma decisiones para la provisión de servicios públicos dentro de su jurisdicción. En este sentido, la provisión de los bienes debe ser cubierta por el nivel de gobierno más cercano (gobiernos locales). Los gobiernos locales deberán tener la sensibilidad suficiente para establecer cuáles son las preferencias de la comunidad y así asignar los bienes y servicios a producir. Los costos serán absorbidos por la comunidad en su conjunto (gobierno central). La función del gobierno central se encaminará a la distribución de los costos para poder proveer los bienes públicos, este nivel de gobierno tendrá como objetivo reducirlos al mínimo.

En esta analogía, el sistema político –la reelección, el federalismo y el deporte –el fútbol, tienen la misma estructura; por ende, es importante, comprender cuál es el fin y objetivo de cada uno de los actores involucrados en cualquier proceso. Ya que tanto en el deporte como en la política, los beneficiados o perjudicados es la sociedad.

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