Igualdad, Libertad y Participación
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ColumnIgualdad, Libertad y Participación
Por Alejandro Pastrana Valls
La igualdad política es la base de los sistemas democráticos. Sin embargo, este vínculo se mal entiende por la propia naturaleza humana. Las características sociales de las comunidades impiden potencializar una igualdad política entre los ciudadanos. La igualdad puede constituir un peligro para la libertad. Alexis Tocqueville en su libro Democracia en América define la igualdad y el efecto que tiene sobre la libertad. Él considera necesario que estas coexistan para poder alcanzar el desarrollo político de las naciones.
El concepto de igualdad está relacionado a la antigua Grecia, ésta es la distribución de los recursos garantizando una equidad en la repartición del poder político, económico y social. En otras palabras, una igualdad necesaria para alcanzar el control del gobierno o Estado. Por su parte, la libertad es el derecho que tiene todo individuo para actuar sin restricciones del gobierno.
Tocqueville considera que la igualdad entre los ciudadanos ha ido en crecimiento. Para él, la libertad es descrita como una condición humana muy importante, mucho más valiosa que la igualdad. Sin embargo, los ciudadanos tienen un lazo mucho más afectivo con esta última. Para la existencia de la libertad es necesario que haya límites en el ejercicio del poder, su concentración implicaría la eliminación de las libertades. En una sociedad democrática donde prevalece la igualdad política, hay una alta probabilidad de que la forma de gobierno sea despótica. El despotismo es un gobierno absoluto.
En este sentido, Tocqueville define un dilema. La igualdad es una condición necesaria para el establecimiento de una democracia efectiva y eficiente. Sin embargo, esta democracia pondrá límites en las libertades de los ciudadanos. Dado que la igualdad facilita un sistema despótico de la mayoría, generando así una reducción en las libertades de cada individuo.
El problema en el planteamiento de Tocqueville es la definición de democracia y su efecto sobre las libertades individuales. Robert Dahl describe tres versiones de los sistemas democráticos: madisonia, populista y poliarcal. Para él, la democracia poliarcal o poliarquía es el sistema político en donde se minimiza la coerción del gobierno (minimizando los límites a las libertades) y se maximiza el consenso de todos basándose en valores como la igualdad, la justicia y la felicidad.
En su libro, Democracia y sus críticas publicado en 1989, Dahl define varias consideraciones que son necesarias para que un sistema sea democrático. Los ciudadanos deben tener las mismas oportunidades para decidir sus preferencias políticas. Por otro lado, se garantiza que serán escuchados. En este modelo existen oportunidades iguales de participar en los procesos políticos. Los ciudadanos tienen la capacidad de controlar la agenda del gobierno. Los miembros de la sociedad definen cuáles son los temas políticos que se someten a deliberación, aunado a ello se establecen prioridades nacionales. Por último, los ciudadanos deben de ser incluyentes, la equidad (igualdad) debe ser extensiva para cada uno de sus integrantes. Todo ello garantiza la igualdad política de los habitantes y el fortalecimiento de las instituciones políticas que generarán múltiples centros de poder político, evitando así la reducción de las libertades de los individuos.
Por lo tanto, es necesario fortalecer la conciencia colectiva. La igualdad política tiene un efecto real en nuestras libertades y en sus límites. La participación de la sociedad en los temas políticos juega un papel determinante en la expansión de nuestra libertad.
Participar políticamente implica un proceso profundo de auto subversión. Albert O. Hirschman, político alemán, define la auto subversión como autocrítica, una reconsideración de nuestras propias opiniones a lo largo del tiempo. El ciudadano ejemplar, siempre debe estar dispuesto a cuestionar sus propias opiniones y decisiones con el fin de generar un progreso mucho más estudiado y balanceado, a partir, de lo que es y será el objetivo de la humanidad: respetar nuestros derechos y obligaciones con el único fin de alcanzar la máxima de nuestra felicidad.
Eric Hobsbawm, historiador británico, reafirma la idea de una participación política continua. Una de sus principales críticas a la democracia, es que ésta queda reducida a una participación ocasional (elecciones). Él está consciente que la democracia debe ir más allá, obligando a emprender acciones políticas que estén legitimadas y reguladas por el mismo sistema político. La democracia no debe estar reducida a la elección y al debate.
En esta lógica, el pueblo, según Hobsbawm, debe influir de varias formas. Su influencia no puede quedar reducida a una forma particular. La esencia democrática es que el gobierno debe de considerar siempre lo que la sociedad desea y deja de querer. En la actualidad, no hay ningún mecanismo que garantice que la democracia representativa y deliberativa sea tan eficaz como para cubrir esta necesidad. En ciertos instantes, los medios de comunicación llegan a funcionar de mejor manera.
La democracia se sustenta en la participación social en múltiples dimensiones, garantizando que la igualdad política fomentará instituciones que expandirán las libertades de los individuos, influyendo de manera positiva en el desarrollo político, económico y social de la humanidad.
Comentarios: alejandro@pastranavalls.com
Last Update: Dec. 9, 2024, 11:21 p.m.